miércoles, 19 de agosto de 2009

Las dudas existenciales, los grandes filósofos y la música pop.

Hay días en los que a uno le da por ponerse a filosofar. Dicen que eso de hacerse preguntas es lo que diferencia al hombre del mono, esa capacidad de pasarse las horas no de rama en rama, sino de tema en tema. Yo creo que son pajas, hay monos que son más listos que muchos humanos.

Sucede que uno se abstrae y los pensamientos divagan, y cuando menos se espera se viene a la mente la letra de una canción pop, de esas que son del dominio popular, de la que se escuchan en todos lados. Entonces uno reflexiona y dice: esta no es cualquier canción (eso lo dice el snob que se lleva dentro), porque es del gran José Luis Perales (recuerdan a ese cantante que tenía cara de bonachón, que hacía sentir intelectual a todo aquel que lo escuchaba); luego se hace otra reflexión y se dice: tampoco es cualquier canción de José Luis Perales, se trata de la canción más emblemática del cantautor. Para ese momento ya uno está sumergido en la letra y las preguntas existenciales, aquellas que nadie pudo responder se vienen de golpe y con ello la desesperación, porque se ha pasado media vida desde que la canción sonó por primera vez en la radio y a la fecha nadie sabe ¿Y cómo es él?

La cosa es que ya metido en el rollo se asoman otros temas, como aquel de las famosas filósofas mexicanas, Pandora se llamaban, ellas ponían en qué pensar a todo mundo, cuando al unísono entonaban ¿Cómo te va mi amor, cómo te va? Sin embargo, ellas iban más lejos, porque la duda lo dejaba grogui a uno y para rematarlo soltaban ¿Eres feliz mi bien, sin engañar? Y ahí sí, se iba uno a la lona, porque nadie puede soportar tanta duda en una canción, a menos que se esté acostumbrado.

La filosofía es algo muy serio, más cuando las referencias vienen de los mayores filósofos que han existido, ellos se distinguen por no lanzar preguntas, aunque siempre se manifiestan por medio de la incertidumbre; uno de ellos es aquel insigne filósofo mexicano, ese chiquitín que cantaba ladeando la cabeza, como quien tiene el cuello torcido, era estremecedor escucharlo cantar en vivo, más cuando decía: pero lo dudo, conmigo te mecías en el aire, volabas en caballo blanco el mundo y aquellas cosas no podrán volver, y remataba: Y es que lo dudo, porque hasta a veces me has llorado por un beso. Evocar esa letra, mientras se está filosofando, produce que a uno le tiemblen las manos, porque se está ante lo profundo, ante algo que roza lo sublime.

Hay grandes misterios que nunca serán revelados a los simples mortales (haciendo gala de toda la modestia que alguien pueda tener, yo me ubico entre los simples mortales), pero mientras uno está filosofando siempre quiere encontrar respuestas. Entre esos misterios que nadie podrá resolver jamás, porque el autor de la pregunta se murió y no dejó ninguna pista, ni siquiera en su testamento, es más, pienso que ni él mismo sabía la respuesta. Pero ya no les doy más paja ni les creo ansiedad, aquí estoy hablando de aquel gran filósofo, quien no filosofaba solo, él tenía un grupo que daba mayor esencia a sus letras, se acuerdan de un peludo con anteojos, que usaba esos pantalones de gabacha y que, medio moviéndose, preguntaba: ¿Quién pompo, quién pompo, quién pompo esas cositas, quién pompó?

A ver si me cuentan sus dudas existenciales.

Salú pue.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no es cuento, Don Johan! Verdad todo lo que dice. Lo peor es que despues de la pregunta de "Eres feliz mi bien?" se viene todo aquello de "Y que es la felicidad? Es que realmente existe la felicidad o es solo un ideal?" etc. etc. :o) Saludos.

Trudy

Deigar dijo...

Hola! gracias por pasarte por mi blog.

Nos leemos.

David Lepe dijo...

Que chingón. Si se me viene a la cabeza una de estas dudas, no "dudaré" en comentarla.

Tereza dijo...

Hace mucho que no habia leido algo que me hiciera reir tanto. Me encanta tu forma de escribir!

José Joaquín dijo...

Reporto aquí la compra del libro de los cuentos pajeros, no es paja. Muy bueno.

Anónimo dijo...

Maese, ese chiquitín al que usted alude no es el mentado enano aquel, Nelon Nel?
Yo me acuerdo de una su rola que decía: "Japi berdey tu yúuu, mai lov. Yo no sé si... Sabrá Dios, hoy dónde estáaaaas"

Pero mi filósofo favorito, aunque medio hueco, es Juanga. El pobrecito se dió tremendo ranazo hace un par de años por andar haciendo esos sus meneítos meros raros.

Johan Bush Walls dijo...

Trudy: Y las dudas siguen, si uno empieza ya no se puede parar, por eso es mejor llevar la vida tranquilo, sin hacerse muchas preguntas. Pero tampoco que le pele todo a uno.

Deigar: Nos leemos entonces.

David: Si no pregúntele a Chayane, ese maestro debe saber más de alguna.

Teresa: Que alegre, me encanta que te encante mi forma de escribir. Gracias por la lindas palabras.

José Joaquín: Que buena onda maestro, que bien que no le haya decepcionado, porque así siente que gastó bien su dinero.

Anónimo: Fíjese que no maestro, se lo imaginó usté más chiquitín, yo me refiero a aquel que canta: "Espera, aún la nave del olvido no ha partido, no condenemos al naufragio lo vivido..." y así se va, es mexicano él.

Ese Nelson Nel que usté dice no es chiquitín, es un enano, sin intención de ofender a nadie.

Ahora el Juanga si es otro nivel usté, ese es filósofo mayor. Pero muy relajero, por eso se cayó.

Salú pue.

PROSÓDICA dijo...

:) usté siempre sacándome sonrisas negro. Disfruto tanto leerlo donde sea que escriba… ¿por qué será?. Esa sería mi primera filosofada…
Si no me equivoco negro, usté no anda colgado sino ahorcado de una chica, pero ¿lamentándoselo? ¿O aún dudándolo?.

Miré pues, ¡me lo ganaron!. ¡JODER!, es que ahora ando re lenta y todas me ganan. Pero, pido turno desde ya, qué conste, ¿eh?... agarro numerito con usté (me siento en fila de empaque para regalo en Hiperpaiz :S). Y esto sí que es mucho le cuento, por que si algo no tengo es paciencia… pero usté se me hace que es de esos regalos que no hay que pedir el papel y moña express ;) .

Pues andamos igual negro, qué
le diré… han pasado tantas preguntas por mi cabeza y no he tenido tampoco ninguna respuesta, pero eso es normal en mí, me cuestiono todo… puede ser agotador, lo entiendo. De pronto me da una cita y yo logre contestar sus dudas y usté conteste las mías… algo de alivio decía yo, o por lo menos sentirnos dos perdidos con dudas sin contestar haciéndose compañía. ¿Le parece?, pues, si es que no le trae problemas con la “tipa” esta que me lo ganó (ésta última línea y el “sujeto” utilizado fue adrede y haciéndole total cara de celos jejeje) ;). Imagínese, ¿en dónde me consigo otro negro?... tener que viajar hasta Livingston o Belice está jodido en medio de esta crisis económica que pasamos.

Un fuerte abrazo.

Johan Bush Walls dijo...

Prosódica: Ahora si que me dejó pensando maestra, la verdad nadie le ha ganado. Me abruma con tanto que me dice. Me parece que podríamos respondernos algunas cosillas el uno al otro. Me llega que siemper pase por acá y me llegan sus comentarios, nunca cambie.

Abrazo y salú pue.

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJ!!!! Excelente...

Tengo un fragmento de letrita que podría ir de usté para Prosódica:

"Adivino tu intención,
tengo ganas de subir a verte..."

Pero el remate me arruina la historia...

"Pero hoy ya no soy yo..." ¿¿¡¡??!!
Y nos deja con la duda filosófica, la pucha digo...

Johan Bush Walls dijo...

Lauri: Que linda risa que tiene usté maestra.

Gracias por la sugerencia, las dudas filosóficas siempre existirán, una respuesta trae consigo otra pregunta.

Salú pue.