El domingo pasado, hace unos diítas, hubo un apagón en toda Guatemala; la versión oficial dice que un rayo cayó en la sub-estación del INDE (Instituto nacional de electrificación) ubicada en Escuintla, por lo que durante dos horas consecutivas la luz brilló por su ausencia.
Por ahí salió un español, quien dijo llamarse, o ser, algo así: El monje. El tipo afirmó haber sido el causante y que era el líder de trescientos mil campesinos armados, quienes conformaban la nueva guerrilla del siglo XXI. Yo creo que ese chavo quería irse a España y como no tenía pisto para comprar el boleto aprovechó el apagón para hacerse notar. La cosa es que le resultó, porque el gobierno lo deportó; o sea que lo puso en un avión y lo devolvió a la madre patria.
Pero no ese eso lo que les quiero contar. Resulta que ese día me encontré por ahí a la maestra que escribe las Historias citadinas, en el momento justo del apagón. Yo sé que más de alguno pensará que soy un pajero, por eso les aporto la prueba, que ella misma dibujó, ahí estamos uno a la par del otro.
Por ahí salió un español, quien dijo llamarse, o ser, algo así: El monje. El tipo afirmó haber sido el causante y que era el líder de trescientos mil campesinos armados, quienes conformaban la nueva guerrilla del siglo XXI. Yo creo que ese chavo quería irse a España y como no tenía pisto para comprar el boleto aprovechó el apagón para hacerse notar. La cosa es que le resultó, porque el gobierno lo deportó; o sea que lo puso en un avión y lo devolvió a la madre patria.
Pero no ese eso lo que les quiero contar. Resulta que ese día me encontré por ahí a la maestra que escribe las Historias citadinas, en el momento justo del apagón. Yo sé que más de alguno pensará que soy un pajero, por eso les aporto la prueba, que ella misma dibujó, ahí estamos uno a la par del otro.
Salú pue.