miércoles, 14 de octubre de 2009

Apagón


El domingo pasado, hace unos diítas, hubo un apagón en toda Guatemala; la versión oficial dice que un rayo cayó en la sub-estación del INDE (Instituto nacional de electrificación) ubicada en Escuintla, por lo que durante dos horas consecutivas la luz brilló por su ausencia.

Por ahí salió un español, quien dijo llamarse, o ser, algo así: El monje. El tipo afirmó haber sido el causante y que era el líder de trescientos mil campesinos armados, quienes conformaban la nueva guerrilla del siglo XXI. Yo creo que ese chavo quería irse a España y como no tenía pisto para comprar el boleto aprovechó el apagón para hacerse notar. La cosa es que le resultó, porque el gobierno lo deportó; o sea que lo puso en un avión y lo devolvió a la madre patria.

Pero no ese eso lo que les quiero contar. Resulta que ese día me encontré por ahí a la maestra que escribe las Historias citadinas, en el momento justo del apagón. Yo sé que más de alguno pensará que soy un pajero, por eso les aporto la prueba, que ella misma dibujó, ahí estamos uno a la par del otro.

Salú pue.

lunes, 5 de octubre de 2009

Star Wars o los dioses de mentira o que la fuerza nos acompañe

Por ahí anduvo circulando la invitación a asistir y exponer en la V convención de Star Wars en Guatemala. Es increíble la cantidad de gente que todavía sigue empatinada con esos muñecos; se volvió una especie de sub-cultura, hasta una religión Jedi creo que hay.

Nunca fui seguidor de ese rollo, quizá porque cuando estrenaron la primera película ya tenía más de treinta años; y la literatura me absorbía, era mucho más importante que un juego de niños (esa última frase fue chingandito, la escribí para dejar salir el snob que llevo dentro).

Recuerdo que en el cine hicieron tremendo alboroto cuando trascurrieron aquellos pocos segundos en los que, entre la copa de los árboles, sale uno de los templos mayores de Tikal; ni se miraba bien, pero la mara es bien novelera.

Una cosa que decían de esa primera película es que los efectos especiales eran los mejores de la historia del cine. Estaban chileros, eso nadie lo niega, hay que tomar en cuenta que era 1977, aunque ahora se ven bien chafas. Muchas de esas naves daban la impresión de ignorar las leyes elementales de la aerodinámica, de lo que yo no sé nada, pero se oye bonito decirlo; a lo que quiero llegar es que se me hace difícil creer que una nave en forma de pelota pueda alzar vuelo; pero repito, que sé yo de eso. Además todo era fantasía y ahí si que la imaginación no tiene límites.

El Adán, quien es fan de la mentada saga y no se pierde la convención, me contó que la onda estuvo dos que tres. Hubo mara que se disfrazó, otros que expusieron sus colecciones de juguetitos, que ya dejan ver el maltrato de los años. Unos chavos de una academia de artes marciales hicieron exhibiciones con sables de luz, bien simpático el evento.

Siempre he creído que no tiene nada de malo que la banda se engolosine con esos rollos; pero también pienso que son bien exagerados cuando dicen que ese George Lucas es un genio, porque se inventó todo ese universo; y los gringos bien macizos, porque a falta de mitologías propias y dioses ancestrales, adoptaron a esos muñequitos como sus héroes mitológicos.

Lucas, quien para nada es lucas, lo único que hizo fue agarrar un poco de todas la mitologías, habidas y por haber, y las convirtió en caricatura y en el negocio de su vida; ahí si que fue bien pilas. Al final, sólo repitió, con mayor éxito, lo que ya habían hecho antes los creadores del universo Marvel y los DC Comics; hasta el Santa Clos, mezcla de dios pagano y santo católico, entra en la colada.

Todos esos héroes y villanos le deben a las mitologías griegas, japonesas y escandinavas; eso ya se sabe; pero debo reconocer que algún talento poseen los escritores que inventaron tal subcultura. Por ejemplo, algo tienen que tener diálogos como: Luke, yo soy tu padre, para que el actor no se carcajeara mientras lo repetía frente a las cámaras.

Como los seguidores de la fuerza se cuentan por millones, mejor la dejo ahí, porque no quiero que vengan y me partan en pedacitos con sus espadas de luz y luego se los den de comer al Jaba.

Salú pue.