Cuando me preguntan acerca de si publicaré las cosas del blog en libro impreso, siempre me hago el loco, salgo con cualquier paja y evado el tema. Lo que pasa es que pienso que no tiene mucho sentido publicar en este país, pues de una edición de mil ejemplares, por ejemplo, se venderán unos cien libros, y los demás hay que regalarlos, y quienes los reciben no los leen; entonces como que no dan ganas, eso sin contar que las editoriales no le ponen coco a los escritores desconocidos como yo.
La cosa es que llegada la vejez a uno, de repente, le entran ciertas locuras, y como que de pronto se pone uno infantil y luego un capricho y lo que siempre se ha pensado que no se hará, pues se hace.
Pero algunas veces las circunstancias se confabulan. Resulta que el otro día conocí a una patoja chispuda, de esas que saben hacer de todo, en la computadora digo, no sean mal pensados, y que me dice: Johan, yo puedo hacerle la diagramación de su libro, que según ella es lo más caro en la edición, yo se que no es para tanto, pero alguien debe hacerla.
La niña se afanó, escogió algunos textos que le gustaron, hizo la diagramación; al mismo tiempo que me pagan una deuda que yo creía perdida y digo: ¿ahora qué hago con este pisto? Entonces que viene la patoja y me dice: mire, ese dinero estaba perdido, lo mejor que puede hacer es mandar a imprimir un libro, si no lo vende no pierde nada; lo que es del agua, el agua se lo lleva. Me pareció buena su lógica.
El resultado: en unos días estará disponible el primer volumen de Cuentos Pajeros, en papel, como les gusta a los más tradicionales, para los que no tienen compu o para quienes les gustan los libros.
Aquí se acostumbra hacer una presentación pública del libro, pero a mi esas cosas no mucho me gustan, soy bastante tímido. Lo que si es seguro es que celebraremos con los cuates del taller; el Adán, el Beto, el Jonás ya se apuntaron, pero es que ellos son noveleros.
El librito será vendido por unos módicos treinta quetzalitos, a ver si alguien se anima a comprarlo, ya veré como hacer para enviárselo, con la gente de Guatemala será más fácil; si alguien del exterior se interesa pues le hago la lucha de mandarlo.
Habemus libro maestros y maestras.
Salú pue.