lunes, 8 de febrero de 2010

Se murio Jerome David Salinger

Maestros y maestras, se murió Jerome David Salinger, uno de los escritores capitales de las letras estadounidenses, su novela The Catcher in the Rye es un ícono de la literatura. Vivió mucho, escribió poco, pero hizo lo necesario para que todo mundo conozca su nombre.

Yo me sé su historia y también sé que su libro es nombrado en español como El guardian entre el centeno, no se parece en nada a la traducción literal.

Un escritor de la estatura de Salinger casi siempre llega a influenciar a quienes lo leyeron. Tengo cuatachos que han escrito sentidas notas al respecto, son notas privadas, que llegaron como parte de la correspondencia espóradica que nos enviamos.

A veces quisiera que el personaje de un libro hubiera tenido influencia en mi forma de ser o de pensar, pero no recuerdo alguno, y si no lo recuerdo es porque no existe.

Mis amigos recuerdan a Salinger de buena manera, como buena influencia; lo que escribieron sobre Holden Caulfield mueve a la nostalgia.

Hay otras personas que, aparentemente, fueron mal influenciados por el viejo ermitaño; dicen que Marck David Chapman, el asesino de John Lennon, estaba obsesionado con El guadian entre el centeno; y que John Warnock Hinckley, Jr., quien intentó asesinar a Ronal Reagan, también lo había leído.

Como dijo otro cuate: cualquier libro puede malinfluenciar a la gente, tengo un vecino que leyendo la Biblia encontró la motivación para joderme los domingos con un altoparlante.

Reconozco que no he leído a Salinger y quizá nunca lo lea, es una laguna, con cianobacteria incluída, que permanecerá en mi cultura general.

En paz descanse J.D. no lo extrañaré porque no lo conocí. Ya se morirá un escritor al que de verdad extrañe y entonces escribiré una nota tan chilera como las de mis cuates.

Salú pue.

3 comentarios:

Miss Trudy dijo...

Yo tampoco he leído a Salinger, maestro. Talvés algún día ...

José Delgado dijo...

Disculpa pero me parece un poco ridículo tu post. Creo que perdí tiempo al leerlo y con escribir esto voy a quitarme de encima lo que pensé: me parece ridículo que hables de alguien que ni siquiera has leído. Pareces al colado del funeral que dice: fue una buena persona; solo por el hecho de querer comer un emparedado que ahi dan. Perdón pero eso siento.

Johan Bush Walls dijo...

Miss Trudy: De repente algún día lo leamos maestra. No hay que descartarlo.

José: No tiene que disculparse maestro, se vale decir lo que piensa. Además, suelo ser ridículo todo el tiempo. En este espacio puede leer y quitarse de encima lo que piensa, siempre.

Salú pue.