martes, 23 de febrero de 2010

A imagen y semejanza de Dios. Evolucionados del mono. ¿La máquina perfecta?

Sin importar si alguien cree en la teoría de la evolución o se traga el cuento del Génesis, cuando se habla del cuerpo humano todo mundo coincide en que es la máquina perfecta.

A mí no me gusta entrar en esas polémicas, que si estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, o que si descendemos del mono; pero siendo objetivos, pienso que ambas corrientes tienen sus puntos en contra.

Miren pues, el cuerpo humano es lo peor que existe; desde el momento de nacer hasta la muerte, no hay nada que funcione correctamente, siempre hay que estarle dando mantenimiento.

Creo que lo peor de todo lo que se tiene que hacer para que el cuerpo funcione es ese rollo de estar comiendo tres veces al día. ¿Por qué lo hicieron así? Hubiera bastado con que uno comiera una vez, de preferencia en la noche, no que tres veces, y no digamos los que refaccionan a media mañana y a media tarde.

No tiene nada que ver con el dinero que se gasta, ni con el tiempo que se invierte, es más porque si uno no come la maquinita perfecta empieza a fallar de inmediato; para mí que ese es un defecto de fábrica. Ya ven que a un carro se le llena el tanque y se pasan varios días sin preocuparse del asunto; se le da su mantenimiento cada tres o seis meses, dependiendo de si se tiene o no dinero, y ahí va funcionando; pero no, el cuerpo humano necesita atención a cada rato.

Lo contrario de comer, ya saben a qué me refiero, ahí si que se pueden encontrar todos los defectos del mundo, desde los olorcitos, hasta el hecho que para no quedar impregnado hay que ser muy concienzudo a la hora de la higiene (se recomienda usar toallitas húmedas). Eso sin contar los posibles inconvenientes al momento de la intimidad (cuando se tiene sexo pues), porque como ya lo dice el viejo chiste: A quién se le ocurre poner un desagüe cerca de un área recreativa.

El cuerpo humano y sus fluidos son la mayor fuente de contaminación ambiental. Muchos culpan a las camionetas, todo por el humo negro, pero díganme algo, ¿qué huele peor?, el humo negro o el conjunto de olores que se desprende de los pasajeros.

Fíjense pues, para evitar que hablen de uno, por aquello de los malos olores, hay que bañarse mínimo una vez al día; pero no basta con bañarse, luego hay que echarse desodorante, uno bueno, que dure todo el día, nada de Speed Stick ni Old Spice, esos vienen casi a la mitad y solo protegen un par de horas; pero no basta con el desodorante, también hay que ponerse un poco de perfume, tiene que ser uno de marca, no hay de otra, porque los baratos pueden hacer mala química con el PH de la piel y el olor resultante puede ser peor que no haberse bañado. Ni hablar de si a la maestra o al maestro le sudan los pies.

Los pelos, esos si que dan problemas, son desagradables y necios, ni bien se deshace uno de ellos, rapidito vuelven a salir. El problema se agrava en la medida que nos hacemos viejos, entonces salen por todos lados, y los que ya existen en las cejas y nariz, por ejemplo, crecen, crecen, y crecen; y los de las orejas, esos si que son espantosos maestras y maestros, hasta parece que uno se estuviera convirtiendo en mosca. Los pelos no hacen distinción de sexo, hombres y mujeres sufren las consecuencias, todos tenemos que pelear contra ellos, sabiendo que es una guerra perdida de antemano; es triste.

Ahí la dejo, porque hay más defectos, muchos más, por ejemplo: no se puede estar parado largo tiempo, luego duelen los pies; pero si uno se sienta, tampoco se puede estar sentado largo rato, porque duele el trasero y la espalda; y la cuenta sigue.

Si evolucionamos, estamos mal evolucionados; y si estamos hechos a imagen y semejanza de algún dios, entonces que feo debe ser; quizá por eso no se deja ver.

Salú pue.

7 comentarios:

Tereza dijo...

ah pero aun si, que ricos son los placeres que el cuerpo nos da...

Engler dijo...

Me parece que tus comentarios van muy en la linea de ciertos canones esteticos, lo de la comida por supuesto que no, y como dice tereza, ¡Que rico es comer!

Y esos canones esteticos si son obra y "gracia" de los hombres bienpensantes y gurús en estos temas.

Saludos!

Johan Bush Walls dijo...

Tereza: Claro, a la hora de la hora se pasan por alto todas esas cosas.

Engler: Uno se deja llevar maestro. Gracias por pasar.

Salú pue

juan rafael dijo...

Bueno, nadie es perfecto y menos, si lo acompañamos con dejadez y enfermedades que nos vienen por sí solas o buscándolas.

Johan Bush Walls dijo...

Juan: Como dice el silogismo: "Yo soy nadie, nadie es perfecto, perfecto solo dios, pero como nadie es perfecto, entonces yo soy Dios".

Salú pue.

Miss Trudy dijo...

Bueno, pero si todos fuesen perfectos, que gracias tendria la vida? Perfecta, solo YO, maestro! ;o) Un abrazo.

Johan Bush Walls dijo...

Miss Trudy: Así se hace maestra, sin falsas modestias, me llega que acepte su perfección.

Un abrazo y salú pue.