Con esto del Google, que todo lo hace fácil, uno llega a sentirse muy salsa para el internet; sin embargo, puedo presumir que, a pesar de mi edad, algo he aprendido, al menos a saber como postear, porque ya ven que la apariencia de mi blog no hay modo que la cambie, aunque me doy la paja que eso no es importante, que son los textos los que cuentan. De todas maneras y, a pesar que el maestro anecdótico, José Joaquín, el otro día me dijo que le parezco hábil para navegar en la web, he sido víctima de algunos vicios y he caído en trampas obvias.
Miren pues, estaba tecleando la anterior entrada de mi blog, cuando sentí unos ojos que se clavaban en la pantalla, miraban por encima de mi hombro, luego vino una risa burlona. Giré la cabeza, para saber quien era, porque no me hace gracia que lean sobre mi hombro y menos que se rían, caí en la cuenta que los que leen el blog se ríen y eso me gusta; pero alguien detrás de mí, pues eso si que es feo. La cosa es que sin preguntarle nada empezó a hablar.
—Bueno Johan, ¿ni modo que sos de esa gente que se cree todas las historias que circulan por email?
Cuando sentí ya se había sentado a la par mía, en uno de esos banquitos de plástico que tiene el Adán, para cuando llegan los patojos a hacer la tarea en grupo.
—Mirá vos, la cosa es que casi el 100% de esos correos que cuentan historias de miedo, sobre virus de internet, figuras raras en la calle, y muchas otras, son puras "leyendas urbanas".
Puso las manos sobre el teclado y escribió: hoax y claxon, de inmediato se desplegaron los links hacia un buen número de historias de personas que habían evitado tocar la bocina (claxon) y se habían ganado algunos billetes; algo así como lo que la gente anda contando en Guatemala, lo de los mareros hombre, ese cuento que dice que si uno toca la bocina lo matan, y si no la toca le dan dos mil quetzales.
Como a mi la palabrita Hoax me sonaba a estafa, le pregunté: ¿qué ganan los que mandan estos correos? El cuate se rió, la verdad se carcajeo.
—Si que sos inocente vos Johan, si vos reenvías un correo, sin borrar las direcciones de todos a quienes les fue enviado, estás poniendo toda esa información al servicio de un resto de mara, al rato te caen un montón de correos basura y anuncios, entonces vos decís: "pero si no le di mi dirección a nadie"; además logran congestionar las redes, porque cada uno manda a diez, luego diez más y sigue y sigue. Quizá alguno lo hace de buena fe, solo quiere diseminar su mensaje, sin importarle si lo leen o no, de alguna forma es como repartir volantes en la sexta.
Así pasó un buen rato, hablando de leyendas urbanas, todas tienen moraleja, la del SIDA, la de la niña perdida en el súper mercado, la de la bocina, llegué a sentirme ridículo, un poquitío nada más, cuando dijo: "mirá vos, los ancianos y los niños se la creen rapidito, y sirve como disuasivo, ya viste que ahora se escuchan menos bocinazos en las calles”.
Me contó de la famosa película del Jesús gay, que hace treinta años vienen diciendo que se va a filmar; del niño de las tarjetas, esa lleva más de veinte años, con diversas variaciones; y aquellas que dicen que el Hotmail dejará de funcionar, que el Messenger ha llegado a su límite; y la niña que tiene como quince años de estar muriendo de cáncer; o aquella de la viejita que quiere compartir su fortuna, a veces el nombre cambia por Bill Gates; de las papalinas que vienen contagiadas de tuberculosis, esas que venden en los semáforos; hay para todos los gustos.
—Mirá Johan, la gente no debería ser tan crédula, aunque eso les sirve para ver la vida con esperanza, y también con temor.
El Adán estaba alegando con su traída, entonces me acerqué a ver que pasaba, líos de patojos; cuando voltee el chavo se había ido.
Como no le pregunté su nombre, le dije al Adán: vos, ¿cómo se llama ese maestro con el que estaba hablando?
—Puta Johan, ¿cómo así? Ni modo que ya andás borracho, si ni siquiera es medio día; vos hablando con la pantalla estabas; yo pensé que estabas hablando con tu hija por Skype.
Le conté lo que me había pasado.
—¡Ah!, vos a quien viste fue al guardian de los hoaxes, un chavo que se murió por creer en esas pendejadas, dicen que se aparece en los cafés internet, para evitar que otros crean y les pase lo mismo que a él; sos el segundo que lo mira en esta semana.
Ya ven pues, de repente estoy cayendo en la sicosis colectiva, o quizá me estoy volviendo esquizofrénico, cosas de viejo pajero; vaya que viene la semana santa, hay que descansar un poco, relajarse, prepararse para sufrir el sitio que le ponen al centro histórico.
Salú pue.
16 comentarios:
Pues yo no me creo ni la mitad de los emails que me mandan con ese tipo de leyendas, como que la Coca Cola la envasan en Marruecos en vídrios ya utilizados y sin enjuagar, pero no sabía qué ganaba la gente haciendo eso.
Ya lo sé, gracias a tu didáctica entrada.
Que pases buena semana, maestro.
Besos.
JAJAJAJA
Yo ya empiezo a creer que por dejar de mandar esos correos, que dicen que la mala suerte caerá sobre mi familia y esas cosas, es que no consigo trabajo...
A descansar, Johan, para olvidar todos esos correos. O a rezar, usted verá. Está bueno el escrito.
Un saludo,
http://cuentominicuento.blogspot.com/
Excelentemente escrito, Johan. Me encantó. Añado un correo basura más: el del africano (Mufasa, Muhammad, etc.) que escribe en inglés y pide un número de cuenta porque necesita salir del país y no puede depositar sus quince millones de dólares. Me contaron que ese "cuento del tío" como le decimos en Argentina ya se hacía incluso con el correo convencional en los ochentas.
Un abrazo.
Que buen final.. ese no me lo esperaba.. que buena paja hahaha. Para que veas tambien que ya me obligaron a hacer mi blog estos patojos.. pero ni perdas tu tiempo en el, que no vale la pena.
Anónimo 09
vaa johan, si se va a ver la procesión use sombrero, porque con eso de que se está quedando pelón, pues se le calienta la cabeza, ja ja-
ya en serio, gracias por el servicio social, la proxima vez que reciba una de esas cadenas, mejor busco,antes de reenviarla, a ver si no está ya clasificada como hoax. hace unos días hablaban de un niño desaparecido que lleva como 7 años. abracitos
Este post es la frontera entre tus dos blogs. Saludos, maestro pajero.
Pues muchas pajas, pero yo recibí un mail desde Nigeria, abrí una cuenta en el banco y recién me han depositado un par de millones.
Hoy estoy escribiendo desde mi nueva casa de vacaciones en Palma de Mallorca.
la verdad es que si, hay muchos cuentos por internet... hay que saber verlos y desecharlos... jeje
feliz semana santa! lo que queda de ella...
saludos!!
Ahora ya no solo circulan en tu bandeja de mail, sino detras de tu respaldo?
valiente cosa... la proxima podrias responderle
Me dijeron que por cada 10 leyendas urbanas que cuentes, se te caera un diente.
Claro que no es verdad, pero por las dudas, cuentala solo nueve veces
Besos escepticos
A.
Parsimonia: Pues tantas mentiras que circulan, no se las cree uno, pero dentro de tanto quizá haya algo de verdá.
Pala Labra: Espero que ya hayas conseguido trabajo, si no pues hay que disfrutar las vacaciones forzadas, alguna forma encontrarás de agenciarte fondos, eso espero. Si no pues dale forward a todas las cadenas que recibas, hay que echar mano de todo.
Alejandro: La verdá, prefiero descansar, eso hice. Aunque el centro histórico siempre está lleno de gente en la semana santa.
Luc: Si le vuelve a escribir ese africano, pídale que le envíe una muestra de sus millones, mejor si es en efectivo. Es cierto, antes que existiera el correo electrónico la gente enviaba por correo normal, eso si que era una proeza.
TTATA: Miren pue, el maestro anónimo 09 tiene blog, ya lo he visitado, habla de aviones y helicopteros y otras aeronaves, que bien, estaremos en contacto.
Nicté: De todo hay, ese niño sigue desaparecido. Yo te recomiendo que no envíes cadenas, mejor encadénalos.
Nancy: En la mismísima frontera maestra Nancy, así es.
Anónimo: Hace bien en no revelar su nombre, pues siendo usté un nuevo rico, pueden empezar a enviarle cadenas extorsionándolo.
Yopopolin: También hay cuentos pajeros, pero esos cae bien leerlos, digo yo. El descanso cayó bien.
A: Ya no hayan ni que inventarse, eso del diente que se cae está bien. Te diré algo, si no lees dos cuentos pajeros a la semana, entonces tu teclado jamás volverá a marcar la letra A. Además tienes que conseguir que cinco de tus amigos visiten mi blog.
Salú a todos pue, seguimos leyéndonos.
En este caso del semáforo y la apuesta, yo creo que sí pudo haberse basado en hechos. Hay al menos un caso que recuerdo documentado en la prensa sobre unos tipos que se bajaron a matar a alguien que les pitó. Sin hoax. Por eso la primera vez que me lo contaron, lo creí. Me lo contó un don y creo que fue para burlarse después, seguro.
Hay muchos que no superan la lógica , como lo de los billetes envenenados (no hay veneno que mate o intoxique severamente por vía cutánea), o el de cierre del hotmail, o el de la donación de Bill Gates.
El otro día (y esto sí no es paja) manejaba yo sobre la 8a. calle de la zona 9, y me detuve en el semáforo de la 7a. avenida. Quedé en el primer lugar para salir del semáforo. Cuando dio verde crucé la séptima, pero el carro que estaba a la par mía, y el que estaba atrás tampoco. No cruzaron durante todo el verde. ¿Alguien que conozca la leyenda urbana hubiera pitado si queda detrás de esos carros? Yo no, ciertamente.
Quise decir, "el carro que estaba a la par mía, no"
Su dintinguida persona es ya una leyenda, estimado Johan. Precio de la fama.
yo no creo en ninguno de esos mails... debo decir que esta historia esta, como decimos en colombia: ¡del carajo!... sos todo un pajero maestro Johan... un abrazo desde Bogotá...
José Joaquín: Pienso, que las leyendas urbanas nacen de la exageración de hechos reales, y si conozco hechos reales, de gente que ha sido amenazada por bocinar, entonces de ahí puede venir el rollo.
Lo cierto es que para que arriesgarse a comprobar si es cierto. Siempre es bueno tenerlo por acá maestro anecdotista.
Prado: Ese precio si que no lo voy a pagar yo, a menos que me lo den por abonos.
Yacasi: Lo de pajero nunca lo negaré, es mi naturaleza. Abrazo maestro.
Salú pue.
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