El profe Dennis nos ha dejado; no, no se murió, lo que pasa es que se fue del país. Según parece, el premio de ensayo que obtuvo en la república bolivariana de Venezuela le abrió las puertas para una beca. Es fregado el profe, calladita la boca hizo sus trámites, ni siquiera me contó del asunto cuando estuve allá por su pueblo, supongo que tiene esa superstición, aquella en la que si uno cuenta las cosas después ya no se cumplen, o se queda en ridículo.
Ahora entiendo la carta que me envió unos días antes de la semana santa, me explicaba que había que cancelar el taller, supuestamente haríamos uno en plena semana santa; medio me contó de unas gestiones que estaba haciendo, si hasta me pidió que le hiciera el favor de conseguirle unos papeles que necesitaba; así que paré haciendo cola en finanzas y en la universidad de San Carlos, para conseguir su RTU, ni me pregunten que es eso, y sus certificados de estudios; quien lo mira, pero el profe terminó la carrera de lengua y literatura.
El Adán y el Beto se enojaron porque habíamos inventado un festival de poesía, esas actividades les gustan a los chavos, para ellos funcionan como imanes de patojas, se iban a ir conmigo. La cosa es que me tocó pasar el feriadón encerrado en el centro histórico, saliendo poco, pero aproveché para adelantar unos capítulos de mi novelita, no vayan a creer que estoy escribiendo una novela, estoy leyendo una, a eso me refiero.
El domingo de resurrección, pasado el sitio del centro, aproveché para irme al internet del Adán, ya ven que no cierra, para revisar el correo y que me encuentro con uno del profe; dice que está en la etapa de inducción, parece que se los llevaron, a él y a los otros afortunados, en semana santa para darles un tour por algunos lugares de Venezuela.
No les voy a copiar toda la carta, aunque les comento que se la está pasando bien; me contó que lo llevaron a conocer el pueblito que inspiró Casas Muertas, de Miguel Otero Silva; luego fue a San Juan de los morros, dice que unos riscos forman figuras interesantes; también conoció la enorme estatua de San Juan bautista, que desentona con el pequeño pueblo.
La carta del profe va algo así: Johan, siento que estoy en Jalapa, Ortiz, ese pueblito que inspiró la novela de Otero Silva, no ha muerto, es parecido a los pueblos de mi tierra: polvoso y lleno de casas de teja, el paisaje es plano, no como las montañas de allá, pero se parece mucho a los pueblos de Guatemala. Me tomé una foto (Me la mandó, aparece junto a la gran estatua), me contaron varias veces la historia del alcalde que quería hacer un San Juan enorme y construyó esa estatua, me recordé de la doñita que hizo el monumento a Mickey Mouse. El pueblo es parecido a San Diego, Zacapa, la iglesia es igual a varias de las que hay por allá; hasta me tomé una granizada en el parque, que también tiene árboles similares y las rejas de metal con puntas. Me cuenta otras cosas, dice que por extraño que parezca no siente nostalgia; si hace pocos días que se fue, a ver si dice lo mismo dentro de unos meses.
Como no conozco Venezuela tendré que creer en las descripciones del profe. Que buen rollo, que le haya salido la beca digo.
Salú pue.
El tambo — Capítulo 4
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—Joven, hágame el favor, por vida suya, ayúdeme a subir el tambo por la
puerta de atrás.
Un poco de esfuerzo y el tambo quedó acomodado. El brocha apurab...
Hace 11 años
9 comentarios:
Ahora entiendo por qué has creado escuela,
es muy bueno cuanto escribes, aunque no siempre me guste por igual, me gusta mucho esta mezcla de hablas que haces.
Saludos.
Ay, qué de recuerdos me traes, Johann...todas esas tierras, esos pueblos me son muy cercanos...San Juan, Ortiz, el Baul, el Sombrero, Las Mercedes del Llano...
Ojalá que le vaya muy bien al profe!
Un abrazo y por favor, enviale otro a él de mi parte!
Coincido con Alfaro, el tono de tus escritos es muy ameno. Un saludo para el profe...
Sii... la verdad es que lo entretenes a uno un rato. Es lo que hacen los buenos cuentacuentos, ¿no? por cierto, que buena esa de la Republica Bolivariana de Venezuela.
Enhorabuena para el profe, saludos y apapachos de mi parte.
¿y para cuando la novela, Johan? Me refiero a una tuya, no a la que lees.
Pues diahuevo por le Profé verdá, aunque que no cuente mucho de los riscos en San Juan de los Morros, aquí hay mucha mara mal pensada vaa.
Tiene razón Nnacy una novela pajera nos hace falta master!
Salve y saludos al Profe.
Alfaro: Cuando uno lee palabras como las suyas, no queda más que evocar las palabras de la famosa filósofa mexicana: "Ay patrón, usté como me eulogia", Claudia se llama ella, la que salía en el show de Cándido Pérez.
Lena: Veo que has estado más de la mitad de los países del mundo, así es la vida, unos son afortunados, otros somos pajeros.
Alejandro: Gracias maestro, siga viniendo por acá, siempre será bienvenido.
TTATA: Se hace lo que se puede maestro, es que no se le quitan a uno las ganas de andar contando pajas.
Nancy: Una novela es cosa seria, y yo soy solo pajas, quizá no tenga la disciplina para escribirla, y quizá si la tenga.
Kontra: Tiene razón maestro, la gente es mal pensada y también tiende a pensar mal.
La novela, pues ya que lo dicen, no sé, o sea, novela, que le digo, sería bueno, pero a lo mejor.
Salú pue.
Yo digo que sí...
He pasado por Parapara de Ortíz y la descripción del profe probablemente le sea benévola, es uno de esos pueblos del interior de Venezuela en los que las calles siguen siendo las mismas de hace 30 años a pesar de que el tránsito aútomotor ya no es aquél...y etc, etc, etc...
Suspiré por el recuerdo de esa ruta y por un poquito más.
Un saludo y mil gracias por la visita.
Ophir
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