viernes, 11 de abril de 2008

Deadline

Trabajar como free-lance, independiente, como poquitero pues, tiene sus ventajas, la mayoría de las veces uno logra llegar a tiempo y presentar "productos" en el momento adecuado.

Lo malo es que lo chapín está pesando más que lo otro en mi persona y me estoy convirtiendo en el peor empleado de mi mismo.

Déjenme explicar: Mi oficinita hace, de vez en cuando, algún tipo de "consultoría" para otras personas, esto, como dice el Adán, sólo significa que soy "ratero" o sea que trabajo por ratos. Además, aunque no lo crean y suene a cliché, mi vida no gira en torno al dinero, para mí esos son "complementos", mínimas compensaciones que la vida me da y que sirven para, de vez en cuando, despacharme unos canelones en un buen restaurante, en lugar de ir a Picadilly o a un restaurante chino. Pequeños lujos, como una botella de ron caribeño añejado, que se decanta de a poco en mi licorera, o, ¡gran poder de dios!, una botella de vino australiano y no el chileno de tetra brick que normalmente tomo. Como pueden ver, tengo mis gustitos caros y para eso sirven los dineritos que salen de las pocas veces que me pagan bien por mis servicios.

Pues, volviendo al tema, el viernes me ausenté de mis labores blogueras precisamente porque el deadline me comió vivo. Es ese momento en que el trabajo que era para la primera semana de abril se fue quedando rezagado, y luego de la semana santa y demás fiestas lo dejé para más tarde y cuando el Adán me dijo el viernes, "vos Johan, tanto esperar la semana santa y mirá, ya pasó y que rápido llegó abril; entonces, vine a caer en la cuenta ¡estamos en abril! Así que el viernes, antes de acomodar mi anatomía en el cubículo del Adán y perderme en el ciberespacio, mejor me fui para la oficina a leer los cuatro legajos que me envió mi auxiliar, para poder escribir un informe "pasable" y ganar algo de tiempo, consciente de que esta semana me estarán pidiendo que lo amplíe, para entonces estaré familiarizado con el contenido de los documentos de investigación.

Por favor señores que leen esto, no me culpen, soy fruto de este sistema que da largas a todo, todos los días. Hace una semana le dije al Adán, "vos, andá a pagar el impuesto de circulación de tu carcachita", y no me hizo ni caso, fíjense como son las cosas, cabal esta semana dieron prorroga para pagarlo, y el Adán, con su sonrisa característica, me dijo "ya viste vos Johan, como decía mi abuelita, todo haragán tiene suerte". Si, pensé, se le hace pedazos el día y vive en pleno nervio y angustia.

Por lo pronto, hoy me siento a teclear este post, luego los chavos del taller me pasan el material para el blog pajero, que el Adán se encarga de subir, en fin, no hay problema visible. Mientras, me voy a dedicar a leer los informes y les aseguro que en una semana la consultoría estará terminada; entonces brindaremos con un poco de ron añejo, o ¿por qué no?, podemos echarnos unos canelones con un Châteauneuf-du-Pape, ¿se apuntan?.

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